Nos supo salvar.

2 de junio de 2011

Ciudad Arcana

Escribí, escribí y escribí, hasta que mis manos transpiraron y mi cuerpo sudó. Pero no tuve el valor de terminarlo. Tantas fobias, tantos miedos a ser algo más, que me olvidé de la razón de mi lucha.
Éstos dedos no escribirán nunca jamás, porque la bipolaridad de mi persona no puede liberar un corazón sucio de rodar de mano en mano, hoy quiere quedarse en tu pecho, escuchar tu respiración y sentir tu adrenalina.
Hoy se me ha cumplido el sueño de ser lo que soy, tantas vidas renacidas para terminar en vos. La felicidad debe ser tuya, no partir de otras personas. Entonces debo disfrutar cada momento para alimentar la lujuría de un ser nuevo que nunca terminó de crecer. Cuando la última canción termine, ahí será  cuando tome valor y apriete el gatillo contra mi sien, mientras tanto disfrutaré y caminaré ésta fría ciudad que tiene poco para darme. Pero aprovecharé al máximo todo lo que evoca. Las cosas más bellas no se ven, se sienten, según dicen. Entonces cerré mis ojos y viajé un largo camino hacia una almohada de valor. No te lastimes tanto, no pienses tanto, deja el orgullo de lado y viví tus años como te merecés, lleno de alegrías y llantos.
¿Será así mi ceguera? ¿Realmente ésto está pasando? ¿Cómo terminamos?
Sólo sé una cosa, cómo empezamos. Y eso, es lo más importante, empezar. Porque si no arriesgás, no vas a ganar y veo que no querés perder. Yo voy a darte ánimos, vos dame victorias. Siempre se ganará, mientras le busquemos la vuelta a todo, para ver buen lado de las situaciones, que supimos desaprovechar.
Un ser cínico de tanto escuchar y aconsejar algunos problemas sin sentido. Dame más, pero lo suficiente para involucrarme.