Nos supo salvar.

28 de enero de 2013

Pose.

Y a quién culpás cuando sos víctima de tus propios excesos? Cuando el orgullo se interpone ante situaciones desgarrantes, torpes, casi como un inválido sin muletas. Intentando redescubrir las maravillas de la vida, te atascás en un pozo por tres semanas y jugás en el tobogán una. Así de cortos son los momentos de felicidad que nos otorga la fantasía de la cruda y fracasada poesía, que causa gracia a más de una persona ingenua. El tiempo ha pasado y la sensación de haber muerto en un momento descuidando tu salud, tu mente y tu esencia, siguen ahí. Desgarrando cada palabra, curtiendo tu visión sobre lo que está bien y lo que está mal, cada vez con menos realidades compartidas, con el sudor de tu frente recolectás caricias, la vida te cobra, en madrugadas de insomnio y anteojos rotos. Casi con un sombrero y un bastón, doy ayuda a los que más me necesitan, pero nadie logró ayudarme nunca, tan oscuro es el sendero de la traición que casi no puedo ver la penetrante luz, que al final del pasillo me llama, -vení- caminá un poco más, está cálido bajo la luz del alba y tu alma va a ser reencontrada con tu piel.
Ya casi no puedo comprender las injusticias mismas que yo causo, el malo, el bueno, quién soy? Quiero ir hacia allá, pero no puedo conectar la piel, con la piel. No puedo encontrar otra mente en el mar de las almas, atrapado entre la realidad y el reloj chillante que no para de sonar. Se detentrá algún día esta rutina? Me pregunto con fervor, indignado, al salir a la calle y ver como se vive, como es la la vida real. Qué estoy haciendo? Qué estoy diciendo? Ya casi no doy fé, ya casi no inspiro confianza, en cualquier momento, siempre en cualquier momento. Nunca ahora, nunca estoy, siempre fuí. Es fácil decir, vos no lo viviste, es algo tan chiflado, que hasta parece infantil y retorcido.
Todo esto que expreso, es basura, siempre va a serlo. Y si decido no hacerlo nunca más, voy a estar en lo correcto, despejando lo que siento, con tantas palabras absurdas y sin personas a quien dedicarlas. El posible final, se hace llamar pose.

25 de enero de 2013

Tribulación.

Hoy, ser bueno es ser boludo, tener buena estética significa belleza, ser directo es apurado, inteligente es ser psicópata, confiar es promiscuidad, valorar es querer y amar es una leyenda.
Si a todo esto le sumamos la ignorancia que hace feliz a la gente, estaríamos encontrando a personas que en vez de evolucionar, aprender y comprender, van en picada hacia la muerte razonable. Porque yo a la muerte la dejé al azar; y supe que no era mi momento, que la vida tiene vueltas muy extrañas y solamente hay que dejar fluir lo que sea que el destino escribió en tu karma y para vos, en base a tus otras vidas. Que cuando tocás el fondo, salís a pique hacia el objetivo con la fuerza de mil patadas eléctricas en el culo. Asustado, pero con valor para seguir con esperanzas de encontrar un momento de inspiración adecuado, que ayude a calmar un poco la sed de pasión y agonía infinita, por el simple sentido de cargar con el peso de tu cruz.
Ya entendí y ya volví al escenario para actuar un rato más, salir al ruedo y ser quien yo quiera ser, sin tener que esperar nada de nadie, con ningún tipo de paredes que provoquen cambios significativos en mi forma de ser. Sin más ruedos avasallantes que distraigan el presente, jugaré un poco suspicaz con la misma picardía habitual desde lo más profundo de mi ser.
Cuando no sepas hacía donde vas, cuando no tengás bien claro que querés, podés mirar atrás sin miedo, sabiendo que hiciste todo por algo y que todo pasa por algo. Algunas cosas no tienen vuelta atrás, otras, sin embargo, se explican sólo con hechos.

Algunos hombres, cambian vicios y alcohol por alguna mujer, sin darse cuenta que simplemente están reemplazando una droga por otra.

18 de enero de 2013

Zumbido de amor.

Mi hogar es sobre tus piernas, donde soy feliz, pero no soy libre. Todos nosotros, reunidos en un campo vacío, cambiantes de humor y con grandes aspiraciones humanas. Tal cual un cuento de horror, en él, nos mostramos como somos, dejamos nuestro alter ego de lado y empezamos a ser nosotros mismos, sin escudos ni pretextos. Tan llanas son las decisiones, que empiezan a amortiguar las caídas ajenas, como un salvador, un guía espiritual, voy intentando sostenerte, pero me entierro cada vez más. Y te siento, como un temblor, azotante, el puro alquimismo mezclado con la violencia de género tan comprimida en un cuerpo de menos altura que el mío, pero tan poderoso como el viento del sur, tan cálido como el despampanante sol del espacio. Las mentes más enfermas sólo quieren mentir y consumirte, solo así obtienen felicidad. Casi derrotado vas a pedir con pavor una salida, cobarde e intermitente vas a ver las luces de la ventana que parpadean un mundo imposible, lejano y esperanzado.
Quien yo amo, nunca muere, es eterno en mis pensamientos vagabundos, lunáticos y colgados, de esperar un futuro sin presente y un pasado sin miedos. Empalago oídos y quemo cerebros con palabras necias, a corazones destripados, que casi no bombean y quieren un shock de vida que puedan salvarlos de su rutina atrapante y ambiciosa. Me llaman las voces del más allá, quieren que los juegos comiencen o que empiece a despedirme. Ambas opciones, son variables, voy a dejar que lo maneje la dicha, ella se puede apoderar de cada sentimiento desencontrado e irascible. Porque esta batalla no puedo ganarla yo, porque este miedo a mi mismo se acentúa como una mosca en la sopa. Y camino en cualquier dirección, donde solo haya paz, comida y una cama donde descansar, el amor, no nos separará pero si corromperá.
Acá, en donde nos encontramos tantas veces, estoy inventando una historia, que vos venís siempre y nunca estás, que vos nunca venís y siempre estás. Qué más da? Si la locura me dió placeres que nunca vas a comprender.
Qué es lo que te asusta? Ese miedo a ser mejor.

16 de enero de 2013

Descargos sociales


Yo, mi ombligo, mi ser, ambiciones que piensan que demostrar amor, que siquiera nombrar la palabra con "a" da escalofríos. Mi ser, mi obsesión, mi miedo, mi rutina, todo mío. Todo yo, siempre egocentrismo, egoísmo, el dadaísmo que sale de este surrealismo tan expresivo pero sin sentido, quebraría un par de piernas por el simple placer de ser un importante mercenario de la alta suciedad.
Lamiendo sal, chupando un limón, pienso, reflexiono, miro el techo, camino hacia el comedor, subo las escaleras ruidosas, me prendo un cigarrillo y me tiro en la cama. Pongo algún disco a elección, con el volumen al mínimo, simplemente para que la voz se retuerza de dolor y no sentir ningún color.
Aquellos, que nos miran desde afuera, que nos dicen que no somos para nadie, se retuercen de envidia, pero se mueren de miedo porque no tienen coraje, ni para imaginarse una historia de a dos. Para esos que sienten el viento en la piel, pero no tienen frío, porque los sentimientos le son ajenos a su realidad, esos, son los que algún día terminan subrayando un fallo en contra suyo. Yo, me adentro en mi ser y me apeno por ellos, porque lo único que logran es que el mundo se vuelva tan vulgar, como pagar por sexo. Tan insensible, como maltratar un animal, tan despiadado como mentirle a un niño. Los que cortan sus muñecas, son los mismos que mañana nos darán un consejo, por eso, todos nosotros insensatos, sólo estamos de paso. Tan rápido pasa todo, que si no jugás un poco, ni siquiera te das cuenta que estás vivo. Si no arriesgás a todo o nada, por lo que te apasiona, por lo que querés, por quién querés, no vale la pena estar vivo y la vida se vuelve tan inmoral, que me daría asco ser alguien así.
Pero en los ojos de un soñador, se ve luz, dolor, castigos inevitables, esperanza y redención.
Promesas que no pienso explicar, deseos que prefiero apagar.

14 de enero de 2013

Secando

El cóctel de frutas alcoholizadas,
mezcladas con el amor de un corazón con taquicardia.
La melodía de un tambor,
con rituales afrodisíacos entrelazados,
se derrite un cráneo en el asfalto calcinante.
Pezones se ruborizan,
clavados los dientes en la camisa desgarrada.
De tanto calor,
secreciones salen a flote de la laguna.
Tal vez fue más el aullido sangrante,
que la misma herida.

Demonios

Podemos andar sobre el pavimento o cruzar la montaña, da igual, me afecta más el simple hecho de tener tierra firme debajo de mis pies. Chillaba el suelo de madera, gastado por los años y su intransitable deseo de ser recorrido por alguien más que un ser humano. La pasión de una charla agonizante, de misiles y rebotes inconcebibles alteran tus sentidos como copas de licor, enroscado en un tumulto de gente que larga vapor de sus oídos, tan acompañados, pero tan solos. Solamente el ego puede causar semejante desvarío en tu cabeza, simplemente para alejarte un poco más de la cruda realidad, aquella que parece prolongarse a través de los años pecadores e inertes de lujuria pretenciosa y pendenciera. Sobre mi nuca, el peso de la humanidad se abalanza como un depredador a su alimento. Hoy, tal vez deje de lado aquellos movimientos absurdos que carecen de oxígeno, como cuando cantás en la ducha, abrazado al calor del agua, el vapor, que parece tomar la forma de una persona a la cual nunca podés agarrar porque se desvanece con el más simple contacto. Para todos aquellos, que viven de utopías, resacados de una noche sin fin, que termina solamente en un coma de apatía.

8 de enero de 2013

Adicciones.


Sos el puente que debo cruzar, sos la sonrisa que contagia frialdad. Todo lo que es moda lastima, todo lo que cambia debe ser realidad. Aquello que inventamos, es nuestro sueño sin barajar. El amor te salvará, el amor te destruirá. La ira sólo trae destrucción, la destrucción trae rencor, el rencor atrae al dolor y el dolor se convierte en frustración.
Renacemos en el alcohol que nos deshidrata junto a la música, nuestros huesos se convierten en arena al mismo tiempo que nuestras neuronas desaparecen. Tal vez algún recuerdo melancólico nos conceda algún que otro pecado para no perder más que una noche en palabras vacías y papeles arrugados.
Yo sé que soy nada más que palabras gastadas en un fondo desanimado, ciertos placeres aplastan nuestras mentes, ciertas rarezas aparecen para confundirnos, pero la bestia no puede aplastarme. Aquellos males desaparecieron, el sueño ha comenzado de vuelta… La vida toma control y todo parece apaciguarse por un rato. Aquel miedo que nunca estuvo desapareció, una guitarra desafinada suena, desafinada pero con alma, se nota que el vino pudo inspirar a éste poeta que tiene en sus manos un arma de seis cuerdas. Puede, quiere, arranca y promete mucho más que corromper deseos y lujurias. Las estrellas guían un camino medio turbio que se entrelaza con el aroma de la noche y de calles a medio pavimentar, que tiemblan al escuchar los colectivos rugir, ya que el día aparece de nuevo y con el alba, la ilusión de desvanece.