Nos supo salvar.

8 de enero de 2013

Adicciones.


Sos el puente que debo cruzar, sos la sonrisa que contagia frialdad. Todo lo que es moda lastima, todo lo que cambia debe ser realidad. Aquello que inventamos, es nuestro sueño sin barajar. El amor te salvará, el amor te destruirá. La ira sólo trae destrucción, la destrucción trae rencor, el rencor atrae al dolor y el dolor se convierte en frustración.
Renacemos en el alcohol que nos deshidrata junto a la música, nuestros huesos se convierten en arena al mismo tiempo que nuestras neuronas desaparecen. Tal vez algún recuerdo melancólico nos conceda algún que otro pecado para no perder más que una noche en palabras vacías y papeles arrugados.
Yo sé que soy nada más que palabras gastadas en un fondo desanimado, ciertos placeres aplastan nuestras mentes, ciertas rarezas aparecen para confundirnos, pero la bestia no puede aplastarme. Aquellos males desaparecieron, el sueño ha comenzado de vuelta… La vida toma control y todo parece apaciguarse por un rato. Aquel miedo que nunca estuvo desapareció, una guitarra desafinada suena, desafinada pero con alma, se nota que el vino pudo inspirar a éste poeta que tiene en sus manos un arma de seis cuerdas. Puede, quiere, arranca y promete mucho más que corromper deseos y lujurias. Las estrellas guían un camino medio turbio que se entrelaza con el aroma de la noche y de calles a medio pavimentar, que tiemblan al escuchar los colectivos rugir, ya que el día aparece de nuevo y con el alba, la ilusión de desvanece. 

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